Fundación 1º de Mayo | 9 de octubre de 2024

Movilidad Cero emisiones

La movilidad cero emisiones, una oportunidad para descarbonizar el transporte y generar empleo

El objetivo principal del estudio es definir el potencial de creación de empleo y actividad económica vinculado a la movilidad cero emisiones e identificar y proponer las políticas estratégicas para impulsarla

En el proceso obligado e imprescindible de descarbonización del transporte y la movilidad en España se hace necesaria una apuesta decidida para dar un mayor impulso al conjunto de modos y prácticas de movilidad más sostenibles de cero emisiones. Todo ello en un contexto de innovación, digitalización y enverdecimiento de la economía en consonancia con los objetivos que marca el Pacto Verde Europeo y su manifestación en España. Pero también, dentro de un proceso de transición justa en el que la desaparición de empleo en los sectores más obsoletos del transporte se vea compensado y superado, si cabe, por la generación de empleo en otros sectores, tanto de la fabricación de vehículos como de la prestación de servicios de movilidad.

Con este doble reto de descarbonizar el transporte y generar nuevo empleo en España se hace necesario dar un mayor impulso a las nuevas políticas de movilidad sostenible, en términos ambientales, sociales y económicos para alcanzar estos objetivos. Por ello, es necesario dar mayor valor y visibilidad a las potencialidades de desarrollo que tiene este sector del transporte en nuestro país. Y, aún más, teniendo en cuenta el nuevo marco normativo que se abre con la futura Ley de Movilidad Sostenible española, actualmente en proceso de tramitación, que dará un mayor impulso al modelo de movilidad cero emisiones. Ley que tiene por objeto “establecer las condiciones necesarias para que los ciudadanos y las empresas puedan disfrutar de un sistema de movilidad sostenible, justo e inclusivo como herramienta para lograr una mayor cohesión social y territorial, contribuir a un desarrollo económico resiliente y alcanzar los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero y calidad del aire”. Lo que dará una gran oportunidad, que habrá que aprovechar, de desarrollo de todo el tejido empresarial autóctono de los sectores del transporte relacionados con este cometido.

En un momento de posible pérdida de empleo con la irrupción de la movilidad eléctrica, principalmente en el seno de la industria del automóvil, es necesario tener una visión completa y amplia del sector del transporte de personas y, por ello, hay que referirse al destacado papel que juega el extenso y diversificado campo de la movilidad sostenible cero emisiones. Una suma de sectores que pueden tener un doble papel, por un lado, intensificar la lucha contra el cambio climático y las emisiones contaminantes y, por otro lado, generar empleo de calidad en el marco de una transición energética justa. Nuevo empleo que contrarreste y supla el que presumiblemente va a desaparecer en el sector de la automoción con la electrificación y la mayor robotización de los procesos productivos que traerá consigo el cambio tecnológico y energético.

Estos sectores de transporte constituyen un gran conglomerado de empresas que representan multitud de sectores productivos y servicios del ámbito público y privado y de gran relevancia ya en la actualidad en el tejido empresarial español. Son actividades con un gran potencial de crecimiento en las cuales hay que apostar decididamente, tanto en su vertiente industrial como en los servicios, algunas de las cuales ya tienen una gran proyección internacional y fuertes perspectivas de futuro.

Lo que no quita que no sean sectores que deban hacer frente a retos mayúsculos para pervivir, por ejemplo, en el sector de la producción de autobuses y autocares donde aún la tracción diésel predomina, es ineludible la electrificación de los vehículos con más razón cuando la industria asiática ahora es la dominante y hegemónica en el desarrollo, fabricación y exportación de este tipo de vehículos eléctricos.

En consecuencia, la industria instalada en España debe asumir riesgos y transformarse. Para ello, las administraciones públicas junto con las empresas deben trabajar conjuntamente en la transformación de este sector para ser competitivos en este mundo global y así las empresas y el empleo asociado tengan garantías de continuidad y crezca. Y ello pasa ineludiblemente por trazar un plan de impulso del sector que contemple, entre otros aspectos, la formación de las personas trabajadoras y la inversión en innovación basada en la descarbonización y la digitalización de los vehículos. Todo ello, en un momento crucial donde hay una apuesta clara por la renovación y expansión de las flotas de autobuses públicos con una demanda cada vez mayor de vehículos de tracción eléctrica. Proceso que se está intensificando y que representa una oportunidad que hay que aprovechar para dar un impulso definitivo y consolidar la industria autóctona de fabricación de autobuses y autocares.

Actualmente, esta industria de la fabricación de carrocerías de autobuses y autocares implantada en España cuenta con 11 empresas de titularidad española que dan empleo a 7.000 personas, entre empleo directo e indirecto y alcanzan un nivel de exportación de alrededor del 60%. Pero, España también es sede de plantas de fabricación de empresas extranjeras y actualmente se está construyendo una nueva planta que dará nuevo empleo a unas 2.000 personas. Precisamente, más allá de impulsar la propia industria, otro objetivo debe ser retener y captar nuevas industrias foráneas que hagan crecer el sector y, para ello, hay que ofrecer atractivos en forma de ventajas competitivas, como son, entre otros factores, capacidad de invertir en I+D, tejido empresarial consolidado de equipos y componentes, buenas condiciones logísticas para la exportación, pero también y muy relevante, una mano de obra bien cualificada y adaptable que dé respuesta a las necesidades evolutivas de esta actividad productiva.

Como muestra de la fortaleza y diversificación de la actividad del transporte cero emisiones tenemos otros sectores como es el caso del sector ferroviario mayoritariamente de tracción eléctrica que se agrupa bajo el paraguas de la asociación de la industria ferroviaria española. Este cuenta con 96 empresas que generan 30.000 puestos de trabajo y tiene unas exportaciones de más del 80%. Otra característica del sector es la gran representatividad de subsectores asentados en España que lo componen, llegando a formar un complejo ecosistema que nutre toda su cadena de valor. En concreto se sustenta en:

Fabricantes de material rodante

Fabricación de sistemas equipos y componentes de vehículos

La infraestructura y la superestructura

Mantenimiento: equipamiento, servicios de mantenimiento y remodelaciones

Sistema de control de tráfico y señalización e información

La ingeniería, consultoría y certificación

La otra gran parte del transporte de personas para lograr una movilidad cero emisiones es la vertiente de la prestación de servicios de transporte colectivo de personas. Agrupadas en una asociación de empresas gestoras de transporte urbano responsables del transporte de las principales ciudades de ámbito estatal con viajeros en autobús, metro, tranvía y tren tenemos 73 empresas que generan hasta 40.600 puestos de trabajo.

En lo que se refiere a los servicios de transporte colectivo interurbano de pasajeros y de medio y largo recorrido por carretera contamos con alrededor de 3.200 empresas con un número de empleo muy destacado que se sitúa en torno a las 95.000 personas.

Otro sector de la movilidad que va ganando cuotas de presencia año tras año en la movilidad cotidiana es el de bicicleta y otros vehículos de movilidad personal como son los patinetes. En el sector concreto de la bicicleta las empresas proveedoras del sector emplean aproximadamente 9.000 personas trabajadoras en España. Este es un sector que va más allá, por ejemplo, hay que sumar los más de 50 sistemas públicos de préstamo de bicicletas que se reparten por nuestras ciudades y que van en aumento y qua a día de hoy cuentan con alrededor de 1.000 personas trabajadoras prestando este servicio.

Asimismo, contamos con una creciente constelación de empresas que ofrecen una gran diversidad de servicios de movilidad, sustentados en la sostenibilidad y la digitalización. Servicios de movilidad que protagonizan un aumento constante de los desplazamientos en territorio español. Empresas de vehículos compartidos (sharing de bicicletas, patinetes, motocicletas y turismos). Contando alguna de ellas con la participación en su gestión de algunas de las principales empresas automovilísticas. Igualmente, están naciendo y expandiéndose otras organizaciones que ofrecen nuevas soluciones de movilidad como son servicios a la demanda de autobuses o servicios de intermodalidad, combinando diferentes modos de transporte en un formato de red.

En definitiva, centenares de empresas y millares de personas trabajadoras que completan un sector que es y será responsable, en gran medida, de ayudar a alcanzar los grandes retos de la movilidad actual y del futuro. Es decir, una movilidad con menos emisiones, más eficiente, más segura, más saludable y más inclusiva. Sectores que están llamados, según lo que marcan las políticas europeas, estatales, regionales y locales, a tener cada vez más importancia en la configuración del sistema de movilidad lo que puede y debe significar una oportunidad única que hay que aprovechar para impulsar el tejido empresarial estatal y, en consecuencia, generar más empleo verde.

En este escenario de cambios profundos en el sector del transporte en su globalidad, el objetivo deberá ser que estos no sean traumáticos para el tejido empresarial y las personas trabajadoras. Pues todas las previsiones afirman que las transformaciones en el sector del automóvil van a sacudir la industria tradicional y, en consecuencia, a afectar el empleo provocando una merma a raíz de la incorporación del vehículo eléctrico y la automatización del proceso productivo. Para ello, se deberá planificar un programa de transición justa, mediante una alianza entre todos los agentes económicos y sociales, juntamente con las administraciones públicas, para así, potenciar la creación de nuevos puestos de trabajo que contrarresten los que desaparezcan y, a su vez, garantizar que estos nuevos sean ocupados por los trabajadores con riesgo de perder el trabajo. Y es aquí donde la movilidad alternativa cero emisiones deberá jugar un papel trascendente y cada vez más relevante, por ello es imprescindible apostar fuerte por su desarrollo y este, justamente, es uno de los principios que defenderá este estudio.

 

Objetivo principal del estudio


Hacer un análisis de los retos y oportunidades en la evolución reciente y el desarrollo futuro de la actividad relacionada con el transporte colectivo e individual de personas en clave sostenible cero emisiones, para así tener una foto completa de todo el sector. Ello en su doble vertiente, por un lado, en la producción de vehículos de transporte colectivo (ferrocarril, autobuses y autocares) y vehículos de uso individual, como las bicicletas y patinetes y, por otro lado, en la prestación de servicios de transporte público y servicios compartidos de flotas de vehículos (sharing) y, también de la gestión de nuevos servicios de movilidad e intermodalidad (transporte a la demanda, coche compartido/carpooling...).

Investigar la evolución y las estrategias implantadas de fomento de la movilidad sostenible en nuestro país y sus repercusiones en el sistema global de movilidad. Analizar las perspectivas de futuro, teniendo en cuenta las políticas públicas y las oportunidades que de estas se deriven para fortalecer y expandir el tejido empresarial de la movilidad cero emisiones. Desarrollo de propuestas destinadas a ampliar e intensificar el uso de los modos sostenibles y, en consecuencia, a aumentar su capacidad de generar actividad económica y generación de empleo de calidad.

En definitiva, el principal objetivo es demostrar la gran capacidad que tiene de generar riqueza compartida y empleo, y en consecuencia, que debe ser un objetivo de país promocionar está movilidad cero emisiones. Y, ello haga que el desarrollo de la movilidad cero emisiones no se perciba como un freno a la actividad económica, como puede verse aún des de algunos sectores de la sociedad, sino todo lo contrario se vea como un revulsivo y una palanca de desarrollo social y económico y de esta manera conseguir que tenga el apoyo de todos los agentes sociales y económicos, la sociedad en general y, por supuesto por aquellos que tienen responsabilidades políticas ejecutivas.

 

Esta acción cuenta con la financiación de la Fundación Europea del Clima